Nuestro Director General, Carlos Siñeriz, visitó el Campus Solidario de Verano de la Fundación Real Oviedo, una iniciativa que, un año más, vuelve a demostrar cómo el deporte puede ser una poderosa herramienta de inclusión, educación y convivencia para los más pequeños.
Gracias a la colaboración de la Fundación Cajastur, este verano 10 niños y niñas sin recursos económicos, han podido disfrutar de dos semanas completas llenas de juegos, compañerismo y actividades que van mucho más allá del fútbol.
La visita de Lucas Ahijado y Anina, jugadores del primer equipo del Real Oviedo, y del embajador oviedista Carlos Muñoz, fue uno de los momentos más especiales para los pequeños. Fotos, risas, autógrafos y un recuerdo inolvidable que refuerza la ilusión y el sentimiento de pertenencia a unos colores que son mucho más que un club de fútbol.
En total, más de 100 niños y niñas de todas las edades participaron en esta edición del Campus, una actividad ya consolidada cada verano en Oviedo. El campus combina la formación técnica en fútbol con algo aún más importante: la transmisión de valores como el trabajo en equipo, el respeto, la educación y el esfuerzo.
Durante estos días, los participantes no solo mejoran sus habilidades futbolísticas, sino que hacen nuevos amigos, viven experiencias compartidas y se empapan de la filosofía azul, que entiende el deporte como una forma de formar jugadores, pero sobre todo, personas.

Para la Fundación Cajastur es un orgullo formar parte de esta iniciativa. Colaborar para que niños y niñas tengan acceso a oportunidades que, de otra forma, serían inaccesibles es uno de nuestros principales objetivos. Seguiremos apostando por el deporte como motor de cambio, como espacio de aprendizaje y como herramienta para que ningún niño o niña se quede atrás.